Ella quería encajar las piezas del puzzle..., pero no tenía la imagen en su cabeza....
Y así empezaba esta aventura de aperturas y encerronas..., de fluidez y falta de oxígeno...
Ella compró un puzzle sin imagen porque le gustaba el descubrir. Pero la prisa le quitó la esencia del juego.
En silencio, cuando la noche duerme. En soledad, cuando los minutos le devuelven el eco de sus pensamientos... ella pensaba en héroes, en suertes, en derrotas. Pensaba en valientes...
“Es increible como nos gusta que nos aplaudan... que nos animen, que nos reafirmen lo que estamos haciendo” -pensaba, admitía...
“curiosa sensación cuando finalmente el puzzle lo he elegido yo...”
“Pero todos queremos ser héroes de algo...”, “yo de mi propio puzzle”.
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“heroína tú”, se escuchó decir en voz alta, con una risa que le partió el silencio...
“heroína tú”....
... y lloró la risa...,
su risa...
su risa...
...la que le estaba gritando su nombre...
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