Volando una de calma y suspiros... trepando por estas viejas ruinas llenas de historias y de vida, va mi propia historia haciéndose cada segundo más fuerte... Intentando con la sabiduria del silencio comprender todo lo sucedido y lo que mantiene la llama de mi propio latir.
Una taza de chocolate calentito para ustedes mis amigos imaginarios que complementan mi estado de plenitud y mi sensación de sólo querer estar. Sólo querer escuchar historias de cuando las hojas de los árboles caen y vuelan a vivir otra vida, de cuando nada está perdido en éste mundo en el que queremos vivir.
Historias de cuando eras pequeño y un segundo bastaba para que tu imaginación volara con las sombras que reflejaban la luz de una vela... y entonces tus manos se convertían en perros, en pájaros volando... en personitas diminutas que danzaban en las paredes de esa habitación y te acompañaban a un mundo de posibles...
Historias de arropar y sonreir...

... y de CREER en las creencias...

Bienvenidos ustedes... y bienvenida yo...

A nuestra cueva..., a nuestro refugio..., al sitio donde se escucha y se habla también en silencio...

Al sitio donde se fluye y deja fluir...

Bienvenidos a las viejas ruinas del anfiteatro...